jueves, 31 de mayo de 2012

TRANSFORMACIÓN EN LA FORMACIÓN INICIAL DOCENTE, CONSENSUADA O UNA IMPOSICIÓN




Licda. Susana Lucía Cotoc Chuc

Licda. Roselia Haydée López Monzón


“…Dame que alcance ha hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía para cuando mis labios no canten más..Dame sencillez y dame profundidad; líbrame de ser complicada o banal en mi lección cotidiana…” Gabriela Mistral

La Historia de la Educación en Guatemala, como un libro de sueños e ideales, nuevamente abre sus páginas, para registrar las consecuencias de un nuevo intento, por alcanzar una de las Transformaciones Curriculares de mayor importancia, la propuesta al cambio de la Formación Inicial Docente. 
Actualmente, los escenarios donde se realiza la práctica pedagógica, exigen que el docente este preparado en función de la  sociedad del conocimiento, un mundo tan inexplorable, por  la inmensa cantidad de conocimientos que la tecnología, pone a disposición  y  alcance de los estudiantes, quienes en algún momento, pueden saber más que los docentes, por cuanto que, los jóvenes, inclusive los niños, viven paralelamente con el surgimiento  de esos  nuevos conocimientos.  En ese sentido, una buena parte de la población de docentes, requieren una actualización y formación permanente, que les invista del conocimiento necesario para orientar y coordinar los aprendizajes de  las nuevas generaciones de ciudadanos.
Las implicaciones de la formación inicial  docente, están ligadas a la calidad de la educación, lo que viene a determinar la necesidad de realizar cambios en la carga académica, la temporalidad de la carrera y por supuesto, la formación de los profesionales que forman maestros, ello conduce a  considerar,  las condiciones económicas y sociales de los estudiantes y padres de familia, así como la dignificación del magisterio no sólo desde el aspecto salarial, sino el acompañamiento y fortalecimiento de su carrera docente, que les prepare para la entrega de los aprendizajes de una manera no sólo eficaz, humana, reflexiva y con el compromiso de hacer un trabajo pedagógico no sólo fundamentado en conocimientos sino en la formación del ser del estudiante, en su calidad humana y en su compromiso en la orientación política de los mismos.

UNA MIRADA DESDE LA CONCIENCIA
Ciertamente, una gran mayoría de docentes, de las Escuela Normales del país, se han esforzado por mejorar la calidad de los maestros que egresan de sus aulas, pero también es cierto que el esfuerzo ha sobrepasado las mejores y  buenas intenciones.  Las condiciones de los aprendizajes de los estudiantes al ingresar a la Escuela Normal, dejan al descubierto sus limitaciones en los más elementales conocimientos de Matemática, Comunicación y Lenguaje, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales, como fundamento de los años escolares,  que anteceden a su ingreso, una realidad que no puede superarse en tres años de formación docente, en primera instancia, porque no corresponde al docente de Magisterio, “rellenar” los vacios en esas áreas de conocimiento, más bien, es su misión, orientar hacia “aprender a aprender”, como lo plantea la UNESCO, para que de la misma manera, puedan orientar a los niños de la escuela primaria y mediar los aprendizajes.
La problemática, se convierte en un círculo vicioso, donde muchos podrían pensar o decir, que las Escuelas Normales, no preparan bien a los futuros maestros, o que las Universidades tampoco lo hacen con los docentes que egresan de esas instituciones y que prestan servicios en las normales. La esencia del asunto es profunda, un currículo sobrecargado, la falta de formación continua que el mismo MINEDUC, ha dejado de cumplir como una obligación para fortalecer la calidad de los docentes y así mismo, la saturación de aspirantes a ser maestros como también la insuficiencia de edificios escolares, por cuanto que en un establecimiento educativo, funcionan hasta dos jornadas de trabajo.
Pues bien, es necesaria una transformación, para ello, debe haber una plataforma sólida que garantice, no sólo la calidad de la educación y la formación docente inicial,  en sus diversas modalidades, los enfoques y las teorías de aprendizaje, que permitan reorientar el proceso, sino también, la estructura que auxilie al proceso mismo, citemos, como ejemplo, los recursos didácticos y tecnológicos, el mantenimiento de los edificios, la formación continua de los docentes,  así mismo, un salario digno y la estabilidad laboral.
No cabe duda, que ésta transformación, es una brasa, por un lado, las presiones económicas, de organizaciones estudiantiles que no aceptan el reto, de alguna manera,  con razones justificadas, como la situación económica precaria de las familias guatemaltecas, de hecho, no puede invisibilizarse esta condición, pero también es evidente que Guatemala, debe elevar la calidad del de la formación docente. El gobierno deberá  considerar     que los cambios son buenos y necesarios pero sin castigar a la población estudiantil y garantizar la estabilidad laboral de los docentes así como la dignificación del magisterio.                                                          
  Ahora se presenta un modelo de formación inicial docente, que se estructura en dos etapas: Etapa Preparatoria, constituida por un Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Educación, que propicia la oportunidad de estudiar otra carrera, a nivel universitario, que no necesariamente esté vinculada con el campo de la educación, pero habrá que preguntarse, si todos los egresados de ese bachillerato, tienen las posibilidades de sostenerse  otros tres años en la universidad, en tanto que la segunda etapa llamada Etapa de Especialización se visualiza a nivel universitario, para las diversas modalidades de la Carrera de Magisterio, cuya temporalidad corresponde a tres años.
La  etapa de especialización,  se plantea como una puerta para ingresar a la licenciatura en cualquier rama afín a la educación, en este sentido, se constituye en un sistema cerrado,  así mismo en la Propuesta del Modelo del Subsistema de Formación Inicial Docente, se asegura tener las condiciones para un “·óptimo funcionamiento” para la implementación de éste modelo,  la pregunta es ¿Por qué en el actual modelo no se tienen esas condiciones que optimicen el funcionamiento de la carrera? ¿Acaso, la falta de esas condiciones, podrían ser causas del actual escenario de la Formación  Inicial Docente? ¿Serán sólo los docentes los que tienen deficiencias en el sistema o es el sistema el deficiente?
La propuesta de transformación curricular, plantea la profesionalización de los docentes formadores de formadores, ¿Es hasta ahora cuando se requiere ese proceso? ¿Acaso no es un deber del MINEDUC, mantener la formación permanente de los docentes para su actualización? También es una realidad, que los docentes deben por iniciativa personal, buscar su constante actualización, un docente que se rezaga en conocimientos contribuye al estancamiento de los procesos de aprendizaje de los estudiantes.
Lo cierto es que,  si como reza la propuesta,  se está  consultando la propuesta,  como un proceso  de la vida democrática en el país, entonces serán los docentes, estudiantes y padres de familia, los que finalmente podrían determinar si la transformación es pertinente, porque de acuerdo a experiencias anteriores, específicamente con el actual CNB de Formación Inicial Docente, aún cuando hubo supuesta participación de la comunidad educativa, en su aprobación, el MINEDUC, lo impuso, y si no,  recuerde  usted como las áreas y subáreas de aprendizaje,  fueron impuestas, sin considerar las propuestas  de los docentes.
En otro escenario, los Acuerdos de Paz, han generado la transformación curricular, por lo que es un compromiso del Gobierno, asumir la responsabilidad de velar porque la educación sea de calidad, pero también es  necesario que esta transformación surja desde la realidad, de las experiencias de los docentes que forman maestros. Así mismo, se debe contemplar, la divulgación de la propuesta, pero sobre todo sensibilizar a los actores de la comunidad educativa, de la necesidad de elevar la calidad en la formación docente, para que la propuesta sea valorada, sea alimentada con nuevos aportes y que la discusión de su implementación no genera las ya mal vistas, huelgas y paros laborales.
Mientras se realizan los consenso, los docentes deben reflexionar, acerca de compromiso en la educación de los pueblos, plantearse  una autoevaluación de su desempeño docente, de que tanto trabajan por su actualización, si sus enfoques educativos verdaderamente tienden a una educación para la libertad o si sólo guían hacia la mecanización y memorización de contenidos, ¿Qué han hecho a nivel personal por mejorar su imagen ante la sociedad? ¿Cómo pueden recuperar su papel protagónico en la historia de Guatemala? ¿Qué han hecho para mejorar sus condiciones académicas?
Finalmente, no deben olvidar, los implicados en esta propuesta, que en manos del maestro, esta la orientación política e ideológica de las nuevas generaciones, cuya misión delicada, recae en que son responsables de la construcción de una sociedad libre, participativa, democrática y con capacidad de ejercer una ciudadanía responsable, como plantea Larrea, citada por PREAL Y FLACSO, “un concepto de ciudadanía que implica el empoderamiento del individuo sobre su espacio, su tiempo, su historia y su cultura.  El individuo se convierte en sujeto histórico, activo y protagónico capaz de transformar su realidad personal y su entorno social” en ese sentido, el maestro debe asumir ese compromiso de formar buenos ciudadanos.
Si los docentes asumen ese compromiso político y social, tendrá que tomar conciencia  que el sistema educativo, tiene un actor determinante para la construcción de una nación, libre o una nación oprimida, ese actor, es el maestro, y de su calidad humana y profesional, dependerá la formación de los futuros maestros, en tal sentido el compromiso, no es sólo el que hacer pedagógico, sino conlleva ser maestros comprometidos, con capacidad crítica y de alguna manera, irreverentes ante las injusticias y desigualdades sociales en que viven la mayoría de guatemaltecos, a quienes se debe orientar hacia la vida democrática con ciudadanos que conocen, y reclaman sus derechos y cumplen con sus obligaciones. Si el momento histórico, reclama enlistarse a países que han elevado a nivel universitario, la carrera docente, ¿Por qué hay resistencia al cambio?

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